Los Autogiros son curiosos ingenios mecánicos, a la vista de ojos inexpertos aparecen como helicópteros, pero la diferencia radical con estos es que el rotor, que sustenta la aeronave no recibe el torque de un motor y por lo tanto no es necesario el rotor de cola anti-torque que poseen los helicópteros.
El Avro - Cierva C.30A mostrado en las fotos, se encuentra en excelente estado, en el Museo Aeronáutico de la Ciudad de Buenos Aires en la República Argentina. Es uno de los pocos existentes en el mundo y fue fabricado por la empresa Inglesa Avro. El creador de estas aeronaves fue un Español, El Señor Juan de la Cierva, el cual patentó su invento y en la década de 1920 vendió licencias al Reino Unido, EEUU, Francia y Japón.
Un aspecto interesante de esta aeronave, es su mecanismo de asistencia para un despegue rápido. Un embrague conecta la tracción del motor al rotor, el cual toma rápidamente velocidad, permitiendo el despegue. Ya en el aire, e impulsado el Autogiro hacia delante por su motor de 7 cilindros, el rotor gira por efecto aerodinámico. Obviamente apenas la máquina despegaba los pilotos debían desconectar la tracción para evitar el torque y la consiguiente inestabilidad producida por el.
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